Beber y Conducir... Responsablemente
Hay mucho escrito sobre los efectos del alcohol en la conducción y por ese motivo este artículo no intenta dar una explicación técnica de los efectos del alcohol (para ello hay links al final del artículo), sino de cómo es un comportamiento responsable en la conducción frente al consumo de alcohol.
Más allá de todo tecnicismo, tenemos que tener en cuenta que el alcohol disminuye la capacidad de discernimiento, lo que se asocia generalmente a otros comportamientos de riesgo, como el exceso de velocidad y el incumplimiento de las normas de protección (uso del cinturón de seguridad y el casco). Por este motivo, se subestima la situación y frases como "no tomé nada", "tengo suficiente cultura alcohólica", "no pasa nada" o "estoy bien" no son válidas para manejar. De hecho, cualquier decisión que tomemos luego de beber alcohol no debe ser tenida en cuenta. Para ello, debemos planear nuestra salida antes de tomar alcohol. Esto es, tener pensado si vamos a volver manejando o no y si vamos a consumir alcohol o no. Para ello hay distintas estrategias que intentaré explicar a continuación.
Por ejemplo, si no vamos a volver manejando, podemos volver con un conductor asignado o un taxi o un remise. En el primer caso, debemos haber charlado previamente con el conductor asignado para que él sepa previo a beber que te va a traer y además, debemos controlar que esa persona no consuma alcohol. Si volvemos en taxi, tenemos que conocernos para saber que podemos guardarnos el dinero para pagar el viaje de vuelta y debemos saber cuanto es su valor. Si no sabemos el monto que nos costará, una buena estrategia es ir en taxi y considerar un 10% de más por si la vuelta lleva un recoveco de más. Para el caso del remise, se puede hacer lo mismo, pero también, si la remisería es de confianza, se puede pagar por adelantado para no tener que estar controlando el dinero cuando estamos bebiendo.
Si por el contrario, vamos a volver manejando, la estrategia no es más complicada…. simplemente no bebas alcohol y mentalizate para ello (incluso podrías ser conductor asignado).
Por otro lado, estadísticamente, el consumo de alcohol, incluso debajo de los 0,5 gr/l aumenta la probabilidad de estar involucrado en un accidente. Esto es algo que debemos tener en cuenta a la hora de agarrar el volante. Si nos juntamos con amigos, y tomamos un vaso de cerveza por más que estemos dentro del límite legal para conducir (dependiendo la localidad), tenemos que estar más alerta porque tenemos más chances de estar envueltos en algún hecho vial. La relación estadística es directa, o sea cuanto más concentración de alcohol en la sangre, mayor la probabilidad de ocurrencia de accidente y mayor la gravedad de las lesiones resultantes. A modo de comentario, para la Organización Panamericana de la Salud, los conductores con una concentración de alcohol en la sangre de entre 0,2 y 0,5 gr/l tienen como mínimo un riesgo tres veces mayor de morir en un hecho vial. Este riesgo aumenta a seis veces como mínimo con una tasa de alcoholemia entre 0,5 y 0,8 gr/l, y se eleva exponencialmente cuando supera 0,8 gr/l.
Estimación del riesgo relativo de morir que corren los conductores que han consumido alcohol (Manual de seguridad vial para decisores y profesionales (OPS, 2010))
En los siguientes links, puede obtener mas información relacionada al tema